¿Somos concientes al caminar bajo la intemperie?
Muchas veces nos vemos caminando bajo la intemperie y nos sentimos ajenos al entorno, caminamos de forma inconciente y autónomos a conducir nuestro desplazamiento; pero no nos damos cuenta de que al desplazarnos mantenemos una relación con parámetros propios del entorno y que están involucrados en un desplazamiento.
El caminar que se está analizando es un caminar pausado dispuesto a conocer y sensibilizarse con el entorno, hacer que el cuerpo sea protagonista en un caminar en la intemperie reconociendo y percibiendo calor y frío en el sol, lluvia y viento, a fin de estar conciente de que siente cosas.
El juicio de valor será el caminar bajo la intemperie activando los sentidos (escuchar, ver, palpar…) antes factores propios del entorno para conocer de él.
La propuesta a este caminar seria de un paseo que potencie las formas de percibir físicamente el entorno (que en este caso lo aludimos al factor clima), hacer que el cuerpo sienta el calor y el frío, además de percibir el sol, la lluvia y el viento en un lugar; para así conocer de él, manteniendo una relación física con el entorno.
En el modelo espacial se trabajo con las formas de percibir el frió y el calor en un día de sol, lluvia o viento.
En una primera instancia el paseo es curvado y fragmentado, a fin de crear la pausa en el caminar y no hacer un trayecto continuo e impersonal.
La primera parada se trabaja con el viento. Vemos esta especie de muralla con distintas perforaciones a fin de percibir el viento por el roce a distintas intensidades, además vemos como los elementos naturales como las hojas en un árbol se mueven, es por que el papel esta cortado en tiritas para ver el roce del viento con estas y el movimiento posterior a este roce. En la segunda parada se trabaja con el sol y el calor; se utilizo el color negro debido a que es un color captador de calor y vemos que en esta etapa el sendero se acota más para sentir la calidez corporal en un espacio más pequeño que el resto; para no perder el contacto con el entorno se dividen y separan un poco las paredes negras y se deja abierto arriba para sentir el sol por la exposición a los rayos solares. En la tercera y última parada se trabaja con el factor lluvia; se hace una techumbre para sentir el sonido de la lluvia cuando choca con esta techumbre, se deja abierto ( sin paredes) a fin de palpar el agua caída y ver como el entorno cambia cuando llueve.
A medida de que uno camina por este paseo se hacen sentir estos cambios en el entorno; están en un mismo sendero por que en un día se puede apreciar todos estos factores: un viento frío o calido, un día soleado de verano con brisa calida o un invierno con sol y brisa fría, una lluvia con viento frío o lluvia con estación temperada.
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